DIARIO DE UNA BARRICADA

PARIS 1793

1 er DÍA

Todos los vecinos hombres y mujeres de nuestro barrio combatientes de la injusticia y la miseria nos hemos hecho fuertes. Con sacos, cajas y muebles hemos levantado una barricada al final de nuestra calle. París arde en llamas y todos los parisinos tenemos un sentimiento común: libertad, que caiga el tirano y por fin podremos decidir el rumbo de nuestras vidas.

Con palos y armas vamos resistiendo a las tropas del rey y a los prusianos que le apoyan y que nos atacan para que caigamos. Dura va a ser la batalla pero resistiremos.

4º  DÍA

El asalto del ejército es despiadado, pero no nos van a vencer. Somos todos un solo brazo. El cansancio se va notando, vemos a compañeros caer a nuestros pies, pero nuestro valor nos ayuda a seguir, por París, por Francia y por la Libertad!

9º DÍA

No nos van quedando municiones, y nos hacemos con la de los caídos en la lucha, da igual el bando al que pertenezcan. Pero el asedio es duro y escasea la comida. Todos ayudan, niños y ancianos buscando pan, pidiendo de casa en casa, en otros barrios. Todos unidos. Mi primo ha caído en la lucha, su mujer sigue luchando a mi lado codo con codo.

Sus hijos podrán vivir en libertad, la libertad que sus padres, que todos, hemos logrado.

15º DÍA

El tirano ha caído. Luis XVI acusado de traidor por aliarse a los prusianos ha sido guillotinado. Le apresaron en las Tullerías. No me alegra, me entristece. Nadie merece morir. Pero nadie merece vivir sin apenas pan para alimentar a sus hijos. Somos menos de la mitad de los que comenzamos en esta lucha, otros se nos unen cada día, pero no muchos. París está llena de barricadas por sus calles y todas combatiendo. No nos van a sofocar.

30º DÍA

Tras la caída de la Bastilla, Francia es una nación unida por la libertad y nosotros sus ciudadanos defendemos su derecho de ser una gran nación y no ser invadida por los prusianos a los que no tenemos que rendir cuentas. Todo un orden nuevo comienza, y poco a poco ya nos retiramos de nuestra barricada, los prusianos se retiran. Ha comenzado la Primera República. EL pueblo ha vencido.

Aún mantenemos un pequeño ejército por el barrio para que el orden impere y no pueda meterse en nuestras casas ningún desertor.